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Jan van Eden - Bibliografia
Manuel Perez Lizano (Marzo 2007)
introduccion en el catalogo de exposicion en la UNED de Barbastro
ÉTICA QUEBRADA – ESPACIO VIOLENTO
Jan van Eden
(Voorburg, Holanda,1942)
Miradas penetrantes y oblicuas, viajes
sin ambrosía,exceso de riqueza como meta, soledades insolubles,
mujeres atrapadas, hombres ajenos a su constante destrucción por ausencia de
hondura individual, niños
con ojos que ni miran. Toda una acumulación de temas repletos de hermosa
coherencia, que Jan van
Eden desarrolla desde aquel 1985 con la pintura como dedicación única, siempre
mediante un análisis preciso e
instantáneo producto de tanto viaje, que su pensamiento tradujo en una actitud
ética inviolable, de acusación
ante las barbaridades sin aparente final. Su retina cruje,estalla, indignada por
acumulación de imágenes, para
emerger cuadros y dibujos que manifiestan tanto dolor transformado en obra de
arte, nunca como traducción
directa de lo acaecido, sino como esquema aromatizado de poderosas imágenes con
absoluta capacidad
evocadora. La clave de su obra, por tanto, se basa en eludir una copia de la
realidad pero captándola de
forma directa. Jan van Eden se transforma en el pintor de la denuncia a escala
universal, justo allí donde la
barbarie inunda cualquier espacio humano.
Sus recientes cuadros los pinta como si fotografiara, lo
contrario al también artista holandés Erwin Olaf que fotografía como si pintara.
Ambos a la contra de sus propios métodos para penetrar en el tema y huir, sólo
en apariencia, de la dominada técnica. Jan van Eden ahonda en la esencia de la
tragedia con las torres gemelas de Nueva York, como doble sarcófago volátil que
sólo dejó ruina, polvo, cadáveres y vacío. Asimismo, en varios cuadros muestra,
casi a la manera de fotogramas, el también drama acumulado por los años de la
intifada, con el pueblo palestino literalmente acosado ante su incierto e
injusto destino. Mediante breves y esquemáticas pinceladas, tan en su sitio,
capta el instante, multiplica el contraste entre los adolescentes y la realidad
de toda violencia, atraviesa nuestra conciencia sin posibilidad de retorno.
El pintor se transforma e n e n en aparente reportero del caos hecho arte y su
grandeza anula cualquier postura blanda. Ser auténtico y libre.
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